En pleno receso escolar de invierno, más de 35 estudiantes del Colegio Alemán de Santiago llegaron hasta la comuna de Villa Alemana con un propósito claro: construir viviendas de emergencia para familias en situación de vulnerabilidad. Durante tres días, los jóvenes se hospedan en la Piscina Municipal, desde donde se trasladan a dos sectores de la comuna —Barrio Norte y Centro-Sur— para levantar mediaguas que entregarán una solución habitacional a dos familias de la comuna.

La iniciativa, impulsada por el Centro de Alumnos (C.A.S.A) del establecimiento, busca no solo brindar apoyo material, sino también generar aprendizajes significativos en los estudiantes a través del trabajo comunitario. Trinidad de Giorgis, presidenta del C.A.S.A, valoró la oportunidad de colaborar con los vecinos de Villa Alemana:
“La idea es poder ayudar a todas las familias posibles a seguir adelante con su vida. Venimos a apoyarlos, pero también a aprender de ellos y llenarnos de nuevas experiencias”.
La jornada forma parte de una colaboración activa entre la sociedad civil y el municipio, a través de la Dirección de Desarrollo Comunitario (DIDECO). Desde la administración local, destacaron el compromiso de los estudiantes y la importancia de fomentar alianzas que generen impacto social.
Pablo Gillibrand, Director de Desarrollo Comunitario, señaló:
“Este tipo de acciones solidarias, que surgen desde la sociedad civil organizada, son profundamente valoradas por la administración del alcalde Nelson Estay, porque representan un ejemplo concreto de colaboración y compromiso con el bienestar de las personas. Como municipio, creemos firmemente en el valor de abrir espacios donde distintos actores se articulen en torno a un objetivo común: mejorar la calidad de vida de quienes más lo necesitan.”

Durante la jornada, los estudiantes participan activamente en cada etapa del proceso constructivo, desde la planificación hasta el armado final de las estructuras. Esta experiencia no solo representa una ayuda concreta para las familias beneficiadas, sino que también permite a los jóvenes involucrarse directamente en el territorio, compartir con las comunidades y adquirir una perspectiva más humana sobre las problemáticas sociales del país.

El proyecto evidencia cómo la colaboración entre establecimientos educacionales, comunidades organizadas y el municipio puede materializarse en acciones reales de alto impacto social, consolidando así un modelo de trabajo conjunto que pone a las personas en el centro.